Tema: Ayui , una verguenza mas ....


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Ultima respuesta por antonio perez ab el 17/12/2009 a las 16:20 Ir a la ultima respuesta

  12/12/2009 8:09 pmtema inicial  
Fuera de línea Diego Oscar
Ayui , una verguenza mas ....
Proyecto Ayuí
El Ejecutivo homologa aprobación del ICAA

Por Decreto Nº 2353/09, el gobernador Arturo Colombi homologó la resolución Nº 794 del Instituto Correntino del Agua y el Ambiente (ICAA), a través de la cual se aprueba el proyecto Ayuí Grande tras haber efectuado la correspondiente evaluación del estudio de impacto ambiental y el análisis de las obras hidráulicas contempladas en el mismo.

La Resolución del Instituto formula la declaración de impacto ambiental, como autoridad de aplicación en la materia, e implica la autorización ambiental para el desarrollo del proyecto productivo encarado por las firmas Copra S.A. y otras UTE en el Departamento de Mercedes. Asimismo, la importancia del proyecto para el desarrollo socioeconómico del Estado provincial amerita un pronunciamiento expreso del Poder Ejecutivo, que por el Decreto citado, refrendado por el ministro de Producción, Trabajo y Turismo, Alfredo Aun, manifiesta su voluntad de ratificar el acto administrativo del ICAA, señala en sus considerandos.

Por su parte, el ICAA emitió su dictamen tras el cumplimiento, por parte de los interesados, de todos los pasos administrativos contemplados por las leyes vigentes, a través del expediente 540-09-05-301/08.

La presa para riego de arroz está situada sobre el arroyo Ayuí Grande, tributario del río Miriñay, en la IV Sección del Departamento de Mercedes.

http://www.youtube.com/watch?v=D3qUIemSH60

SIN DUDAS HAY QUE MOVILIZARSE PARA EVITAR ESTE NUEVO ATROPELLO A NUESTROS RECURSOS NATURALES
SALUDOS DIEGO


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  12/12/2009 8:57 pmrespuesta #1 
Fuera de línea Edwin E. Harvey
RE :Ayui , una verguenza mas ....
Hola Oscar!

Una verdadera verguenza, no?

Me permito transcribir esto:

Reflexiones sobre la Pantomima
Por Sebastián Barbará


Absurdo, desatinado, oscuro, irracional, disparatado, necio, anacrónico; la lista de adjetivos podría continuar hasta agotar los recursos léxicos del idioma y, aun así, es probable que no se pudiera calificar con adecuada precisión al proyecto de megarrepresa Ayuí Grande. Y si tal es la circunstancia del proyecto, ¿qué decir de los argumentos esgrimidos en su defensa? ¿Cómo abarcar cabalmente, desde la lengua, esa puesta en escena montada bajo el aspecto de audiencia pública? ¿De qué manera hacer que quien recorra estas líneas logre hacerse una idea de lo acontecido? El desafío no es menor, sobre todo cuando, de manera obscena, ha quedado en claro que hay mucha, demasiada gente que no está dispuesta a hacer el más mínimo esfuerzo en comprender ciertas cosas; tal vez por incapacidad, tal vez por una acotada concepción de las conveniencias particulares y generales. Pero es posible que un relato más o menos aplicado de los sucesos, las circunstancias y las significaciones contribuya a que algunos adviertan la manada de elefantes que pasa frente a ellos, a que otros recuperen la vergüenza, y a que se corran algunos velos maliciosos y los miopes, que son muchos, puedan ver con algo más de claridad.
En principio, más allá del grotesco show resultante, es menester aclarar que esta audiencia pública estuvo viciada desde la misma convocatoria, ya que según un magistrado provincial, la misma no reunía los requisitos legales necesarios. A ello se agrega el hecho de haber sido convocada por un gobierno saliente, pocos días antes de caducar y que, más allá de su vigencia legal, carece totalmente de legitimidad política tras la aplastante derrota sufrida en las urnas; circunstancia quizás más degradante que la figura del "lame duck" yanqui y que debería instarlos a abstenerse de tomar decisiones temerarias en temas tan controversiales. Pero, al cabo, el proyecto ha mostrado un severo desapego al cumplimiento de la ley desde su misma concepción, por lo tanto, hay que reconocer que, en este sentido, sus impulsores se conducen con gran coherencia.
Asistí al acto público esperando escuchar precisiones técnicas acerca del proyecto en cuestión, algo que vengo esperando desde bastante tiempo; pero, en cambio, me encontré con un montaje publicitario que no era sino una extensión de la campaña propagandística conque nos vienen bombardeando y distrayendo a fin de desviar la atención de las cuestiones centrales que están en discusión y, de ese modo, llevar el debate al terreno que les conviene, aun cuando, en ese punto, ya se trate sobre temas que nadie puso -ni pondría jamás- en discusión. Pero sabido es que el sentido común es el menos común de los sentidos; que la mediocridad prohijada por las deficiencias educativas se generaliza cada vez más y la primacía de los intereses mezquinos lleva a optar por salidas facilistas, a pensar proyectos corroídos por la inmediatez y una avidez desenfrenada por el lucro, sin medir convenientemente las posibles consecuencias de los propios actos.
Allí donde debió prevalecer el discurso técnico e informativo, reinaron discursos tribuneros, propios de demagogos y políticos de medio pelo; si bien, de a ratos, tomaba la palabra alguien cuyo discurso hubiera despertado la envidia del mejor vendedor ambulante, si hubiese estado presente. Y si resultó más que patético observar la manera en que la mayoría de los presentes se dejaba arrastrar hacia el pantano de una discusión estéril, no le fue en zaga el obsceno exhibicionismo del desfile de voluntades adquiridas, que abarcó a empresarios de toda talla, comerciantes, trabajadores, "periodistas" y hasta algún científico de pretendido prestigio, todos quienes en ningún momento pudieron disimular el guión mal aprendido, la ausencia de espontaneidad, la obligación por nobleza, o la escasez de racionalidad en sus alocuciones. Pero como en toda pantomima no deben faltar los payasos, aquí los hubo y en cantidad; y subieron a escena ya fuera para descalificar, arengar, apoyar con cuanto argumento estuviese a mano y sonara más o menos importante, o simplemente para lo que mejor saben hacer, esto es, hacer reír, cumpliendo a rajatabla con el requisito principal de todo fantoche: no tener miedo al ridículo. Todo aquel que pretendió volver la discusión a su cauce recibió pronta respuesta negativa de parte de la claque, a todas luces patrocinada por quienes intentan imponer el proyecto, y que se sumó al grotesco aportando una manifiesta mediocridad que la llevó a vitorear, por no comprender del todo, algún discurso con tendencia más bien crítica. Tan burda fue su actuación que hasta dio lugar a que algunos purgaran su conciencia instando a respetar las disidencias; porque una cosa es violar la Constitución y las leyes, pero mucho cuidado con transgredir la etiqueta de una audiencia pública.
Con todo, apenas un par de horas de presenciar el acto bastaron para sacar conclusiones y plantearse algunos interrogantes, a saber:


- Las argumentaciones apuntaron a defender el trabajo, como si alguien, en algún momento, hubiese abogado por el ocio y la desocupación. Que se entienda de una buena vez: nadie les niega que puedan desarrollar libremente sus deseos de trabajar, tan sólo se les exige que lo hagan, como corresponde, dentro del marco de la ley; sin avasallar los derechos de otros. Nadie se opone al cultivo de arroz, lo que está en discusión es el cómo, esto es, la forma en que se lo debe desarrollar; y volvemos a lo principal: hay que ajustarse a derecho. Si existen proyectos alternativos que, de igual modo, traerían el sinfín de beneficios pregonados como leitmotiv del proyecto ¿por qué insistir en algo tan monstruoso y controversial?


- La interpretación del concepto de “trabajo” resultó más que llamativa: pude enterarme de que “trabajar” es “trabajar” si y sólo si implica levantarse temprano (más precisamente, a las 4:00 AM) y realizar algún tipo de esfuerzo físico. Todo lo demás, queda reducido a “Mirar pajaritos”. Quizás, algún día, quienes así lo entienden puedan comprender que dentro del conjunto de actividades que arbitrariamente han quedado englobadas en tal denominación, se encuentran aquellas que han logrado sacar a la especie de las cavernas, aquellas que han sido y siguen siendo el motor del progreso en todos los campos de la actividad humana, incluso el trabajo; porque si el mundo ha avanzado en diversos aspectos, poco tuvieron que ver en ello los perritos de sulqui y las mulas de carga, y mucho aportaron los pensadores. En cualquier caso, lo que quedó más que claro es que hay muchos que no están haciendo trabajar demasiado a sus cerebros; porque tanta unanimidad es sospechosa; sabido es que, si todos piensan lo mismo, quiere decir que algunos no están pensando.


- Como es público y notorio que escasean argumentos legales y técnicos a favor del proyecto, no faltó quien acudiera a la mística, desempolvando argumentos que fueron verdades absolutas hasta hace, tal vez, un siglo. Pero es comprensible, siempre es mejor, es más tranquilizador, tener a un dios de su lado; sobre todo un dios pretendidamente omnipotente que sostenga el perimido paradigma antropocentrista y mande dominar absolutamente todo; y que, de puro misericordioso, perdonará todas y cada una de nuestras faltas, aún cuando estas sean cometidas con plena conciencia de que se está procediendo mal. Y si acaso faltara algo, Dios proveerá; y si algo fallara, Dios sabrá por qué hace las cosas; y si extinguimos alguna especie, Dios lo quiso; y sus caminos son misteriosos; y hágase su voluntad así en la tierra como en el agua, esto es, en el agua del Ayuí. La ignorancia de las masas siempre fue redituable para los poderosos y, muchas veces, ignorar o fingir que no se sabe exime de culpas; porque el saber, el tomar conciencia de las cosas, implica asumir responsabilidades; entonces, es mejor que sea la voluntad de Dios, porque entonces la culpa se dispersa, es de todos y, cuando es así, la culpa es de nadie. Pocas cosas son tan ridículas como querer profundizar un modelo de producción que se ha agotado nada menos que por poner en peligro la misma supervivencia de nuestra especie; en especial cuando el mundo se dispone a discutir, precisamente, la necesidad de un cambio de paradigma productivo que intenta relocalizar al hombre en el contexto planetario.


- Un argumento recurrente en la propaganda pro megarrepresa ha sido el hambre mundial y la necesidad de producir alimentos para paliarlo. Pero tan grande es el corazón de la U.T.E. que lo ha convertido casi en la razón única de su proceder y, aparentemente, la sola conciencia acerca de la existencia de este flagelo los ha sumido en un estado de premura y emoción violenta que les ha hecho olvidar algunas realidades: que el problema del mundo no es la escasez de alimento, sino la injusta y desproporcionada distribución de los mismos, y eso es algo que no lo solucionará el proyecto Ayuí Grande; o que para hacer el bien es desaconsejable elegir el camino del mal, como lo es el violar los contratos de convivencia que acuerdan las sociedades (leyes). Por si quedara alguna duda, baste recordar que quienes actúan movidos por sentimientos altruistas jamás se valen de cualquier medio para conseguir sus fines, porque esa misma conciencia moral que genera el impulso de hacer el bien exige obrar bien en cada instancia hasta lograr el objetivo; y, por el contrario, quienes persiguen fines mezquinos, reñidos con el bien común, nunca vacilan en valerse de cualquier medio para satisfacer sus intereses.


- Para quienes no tengan el corazón tan grande, también hay razones de peso: la promesa de trabajo a mansalva y una producción de riqueza cuyo derramamiento propiciará el bienestar económico de Mercedes. Ante ello volvemos a la ineludible verdad de que, con proyectos alternativos, se podría lograr exactamente lo mismo; pero antes que eso, existen razones para dudar del verdadero destino de la riqueza que se estima podrá generarse. Y es que, en el mes de Abril de 2009, una nota de Jorge Lanata publicada en el diario Crítica y de la que se hicieron eco otros medios (salvo los pertenecientes al Grupo Clarín, ya se verá por qué), relataba el caso de un agente financiero de nacionalidad argentina, quien trabajaba administrando los modestos ahorros de algunos connacionales en la colosal financiera JP Morgan, con asiento en los Estados Unidos. Algunas desprolijidades en el manejo de ciertos fondos hicieron que el mencionado agente se entregara a la justicia en carácter de “arrepentido”, por lo cual entregó una lista de su cartera de clientes, quienes a partir de la intervención judicial están bajo investigación por lavado de dinero y evasión impositiva. Algunos de los nombres que figuraban en dicha lista como propietarios de cuentas ciertamente millonarias son harto conocidos: Ernestina de Noble (propietaria de Clarín) y José Aranda, miembro del directorio de Grupo Clarín; aunque por estas tierras sea, quizás, más conocido por ser el propietario de la empresa Copra S.A., la cabeza más visible de la U.T.E. y tal vez la principal impulsora del proyecto Ayuí Grande. Entonces, inevitablemente, surgen interrogantes: ¿Qué destino tendrán las harto pregonadas ingentes ganancias de la producción de arroz? ¿Habrá un retorno en inversión genuina para Mercedes o se producirán millones para que alguien siga fugando capitales del país hacia sus ya sustanciosas cuentas off shore?
Y los planteos podrían seguir, porque, por ejemplo, nadie parece haberse acordado de que miles de nuevas hectáreas de arroz u otros cultivos requerirán toneladas de agroquímicos, que varios estudios están señalando como cancerígenos y cuya aplicación resultaría en la presencia de una nube tóxica a un tiro de piedra. Muchos de quienes dejaron la propia dignidad frente al micrófono en la audiencia pública con el fin de defender el proyecto son productores agropecuarios, miembros de un sector que, razonablemente, se ha desgañitado reclamando, al gobierno nacional, reglas de juego claras y justas; pero no obstante, no han vacilado en dar apoyo a quienes abiertamente pretenden avasallar las normas vigentes en un espectro que va desde la Constitución Nacional hasta el Código de Aguas de la provincia ¿La coherencia? Bien, gracias. Ni qué hablar de un gobierno provincial que se ha mostrado más cercano a pasar a formar parte de la U.T.E. que de defender las leyes que fundamentan su propia existencia.
¿Qué expectativas despierta el recambio gubernamental? pues, aunque la primera evidencia nos muestra una abierta desobediencia al mandato recibido en las urnas, cualesquiera hayan sido los motivos, la esperanza de que alguien se decida a observar el cumplimiento de la ley -al cabo eso es lo que se jura al asumir- siempre estará presente; de lo contrario, ya nada justificaría estas líneas. Porque si el pueblo asiste a una tragedia que arteramente es representada en clave de pantomima, y se da el caso de que no consiga notar la diferencia o, peor aún, que lo acepte mansamente y a conciencia, entonces quiere decir que, como sociedad, tenemos un grave problema. Y es algo que no lo arregla el director de la obra por sí solo, necesariamente debe participar el público. Pongamos manos a la obra.


Saludos!


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  12/12/2009 10:32 pmrespuesta #2 
Fuera de línea Carlos Figuerero
RE :Ayui , una verguenza mas ....
Comunicado Fundacion Reserva del Ibera
Para represar el Arroyo Ayuí Grande
Copra y Adeco Agro pusieron su maquinaria en marcha



No se trata todavía de la maquinaria motriz para construir los paredones de la presa, sino de la mediática y del ejercicio de influencias sobre el gobierno correntino y la ciudadanía.




Montaron en la Audiencia Pública del 4 de diciembre un escenario a la medida de sus ambiciones, preparado para convencer sobre el derrame económico del proyecto y demostrar los apoyos suficientes.




Se adueñaron de la agenda de la reunión dominando las intervenciones, proveyendo transporte a oradores a favor, convocando firmas con métodos rayanos en lo extorsivo, administrando discursos a medida y alentando silbatinas dirigidas a quienes defienden el arroyo Ayuí.



Mercedes, Corrientes. 6 de Diciembre. La Audiencia Pública convocada el pasado 4 de diciembre por el ICAA para presentar el Proyecto de la Represa del Ayuí Grande en Mercedes, Corrientes, que –por improcedente– había sido objeto de un recurso extraordinario de impugnación por parte de la Fundación Iberá, se llevó a cabo en la ciudad de Mercedes evidenciando un escenario montado a la medida de los intereses del grupo empresarial, y con autoridades que se mostraron domesticadas al efecto.

La audiencia comenzó a las 7 de la tarde con la presentación del proyecto y su Evaluación de Impacto Ambiental (EIA), enfocando casi exclusivamente los beneficios materiales que serían derramados por el proyecto en la ciudadanía, a través de 1.300 puestos de trabajo. El dato curioso apareció cuando los técnicos agrónomos mencionaron la superficie de irrigación que podrían lograr con la represa, porque de 28.000 hectáreas, promocionadas hasta entonces y en ediciones anteriores, pasaron a un vago “15 o 20 mil hectáreas” (que luego se acomodó en 15.000 has durante las siguientes presentaciones). Sin embargo, los puestos de trabajo nunca dejaron de ser los originales 1.300… Quedó una pregunta latente ¿Habrían olvidado actualizar esta cifra, o 28.000 hectáreas proveerán de igual trabajo que 15.000?

Cuestionable o no, con el dato en carpeta, los titulares de la empresa Copra habían recorrido comercios, asociaciones, consejos de profesionales, cámaras de empresarios y hasta clubes de futbol, levantando adhesiones. Hay que reconocer que hicieron un gran trabajo, y muchísimos fueron los estamentos que atendieron a la lógica convocatoria de los beneficios.

“Estos apoyos son entendibles ¿Quién no quiere más trabajo, más dinero circulando en el pueblo, mejores oportunidades locales para evitar la migración de jóvenes que caracteriza a Corrientes?”. Pero al ocultar deliberadamente los daños ambientales y sobrepasar las leyes vigentes, empleando sofisticada cosmética, las empresas –e incluso el Gobierno–, obraron de manera irresponsable, creando expectativas en la gente y una lógica demanda que luego resulta perfectamente manipulable. Ansiedad, angustia y más tarde reclamo y hasta agresividad hacia los eventuales “detractores”, se convierten en armas convenientemente empleadas por los impulsores del proyecto.

En el transcurso de la audiencia, que tuvo al Ing. Ricardo Freire (Copra) al comando de los controles, fueron apareciendo en escena distintas expresiones de apoyo: los fabricantes de maquinaria, repuesteros, camioneros, trabajadores rurales, contratistas, consignatarios, profesionales. Un conocido comerciante local confesó: “Me vinieron a buscar varias veces para firmar, y lo hice… una, porque imagino que darán más trabajo, otra, porque no quiero que me lo saquen ahora”.

¡Hasta un sector (no menor) de la prensa proveyó un comunicado de apoyo!, algo que resultó insólito tomando en cuenta el principio de “imparcialidad” que debe regir su ética cuando un tema se presenta con posiciones encontradas en la sociedad. Para ciertos observadores, los contratos de publicidad de los distintos medios resultaron mandatorios. Hay que decir, en favor de muchos periodistas que no por ello dejaron de publicar, en las últimas semanas, los comunicados a favor del Ayuí que sistemáticamente proveyó la Fundación Iberá pagando “cero peso” en materia de publicidad y alquiler de espacios.

“Es que esta es una campaña que hacemos sin presupuesto alguno”, explicó el presidente de la entidad Enrique Lacour, “ninguno de nosotros cobra nada, ni aun los profesionales que nos asesoran, biólogos y abogados de prestigio y trayectoria. Tenemos por principio no pagar un solo espacio en la prensa, y sin embargo, la gente y los medios están ávidos de nuestras noticias vinculadas a este tema del que la sociedad parece presa. Muchos piensan que esto es una barbaridad, pero simplemente no se animan a decirlo”.

Impacto Ambiental

En cuanto a la Evaluación de Impacto Ambiental, su presentador fue el polémico Ing. Agr. De la UBA Jorge Adámoli, quién dedicó la mitad de su tiempo a intentar desarmar supuestos artificios empleados por las fracciones “ecologistas” que defienden el Arroyo Ayuí, proponiendo para ello una nutrida variedad de expresiones inverosímiles, que se encargó de asignar a los mismos y machacar de “Falso” con taxativos carteles.

“Nuestros detractores, que son unos pocos, dicen que vamos a inundar el Iberá… Pues eso es FALSO”… “Dicen que se inundarán 137 km de costas, cuando en verdad son 137 has de bosques”… , FALSO. Y siguió de esa forma durante algunos minutos, advirtiendo sobre la manipulación a cargo de los defensores del Ayuí (algunos de los cuales en la sala tomaban nota para más tarde señalar tal bajeza al ingeniero).

Adámoli podía dedicarse a eso ya que las garantías de fundamentar una represa ambientalmente neutra, o aún beneficiosa, vendrían de la mano de un audiovisual enviado por el Dr. Otto Solbrig (Emérito de la Universidad de Harvard) –aunque habría que decir “supuestamente enviado” para salvar el prestigio del conocido biólogo–, que sorprendió por su excelente factura, musicalización, mezclas de imágenes y enfática locución. Sin embargo, a la hora de mencionar la biodiversidad de la zona, por ejemplo “a las aves que se verían beneficiadas”, mostraba una cotorrita australiana. Los biólogos presentes concluían en silencio: “O a Solbrig no le enviaron el video, o de aves de la zona conoce poco…”

Más allá de la nota de color, el presentado como imparcial evaluador externo había confesado haber cobrado dinero de las empresas para realizar su evaluación. Es que a esta altura, el hecho de que la EIA (Evaluación de Impacto Ambiental) fue completamente desarrollada por los propios interesados es algo que nadie se encarga de esconder: ¡los propios gerentes de la compañía son los promocionados líderes de la Evaluación de su Impacto! En estas circunstancias ¿Alguien esperaría una evaluación que no sea favorable a las empresas?

Discursos agresivos ¿Signo de debilidad?

La retórica de los discursos –muchos de ellos redactados por personas diferentes de las que se encargaron de leerlos, cuestión que se evidenció por la cantidad de furcios devenidos de la escasa práctica en su lectura; además de convenientemente colocados al principio en orden preconcebido; pendulaban indefectiblemente del elogio a la Represa –como la panacea local del empleo–, al repudio a los “ecologistas”, a los que se trató de holgazanes, fanáticos, emisarios del imperio norteamericano, corruptos, facciosos y simuladores. Mayormente con la aclaración de que eran “unos pocos”…

De hecho, al menos en esa sala, eran efectivamente pocos. Es que estar allí para dar la cara era algo reservado para valientes, y hay que reconocer que no la pasaron muy bien. Cuando una de las primeras expresiones a favor del Ayuí apareció de la mano de Pedro Healy (que más que “ecologista” es un divulgador y dirigente de la ruralidad correntina), abucheos y faltas de respeto no se hicieron esperar (…”Agarrá la pala”, se escuchó entre otros improperios). La autoridad no intervino a tiempo, sino tibiamente y más tarde. El propio Ing. Adámoli, que había denostado previamente a los ecologistas, se encargo de pedir “un poco de respeto”.

En un clima de completo éxtasis por los beneficios de todo tipo que traería esta represa, los defensores de la naturaleza, las cabezas más visibles de la oposición a la represa, tuvieron que esperar hasta pasada la medianoche. Cuando el público ya raleaba, llegaron las intervenciones de estrictos 5 minutos y sin pantalla previamente montada: la Escribana María Mercedes Vallejos (en nombre del Abogado Constitucionalista Daniel Sabsay), la Abogada Ana Carola Galeano, Horacio Cardozo, Enrique Lacour y Aníbal Parera (a los que se sumó la voz inesperada y vívida de un productor arrocero afectado por una represa en la propia cuenca del Miriñay, el Sr. Luis Picolini). Este último contó de qué forma aquella represa lo había dejado sin agua, recalcó la insensibilidad en su administración, y dejó copia de sus documentos. De alguna manera fue el abanderado de los ausentes pero preocupados productores de la cuenca del Miriñay.

Sin embargo, amuchados al final, los puntales de la defensa del arroyo correntino lograron instalar un momento diferente, en donde varios de los oyentes alcanzaron a reflexionar sobre la legitimidad y las bases mismas de este proyecto. Al demostrar claramente que no se está en contra de la producción de arroz, ni de ninguna otra práctica agrícola bien llevada, sino de la intensión de sepultar el Ayuí (expresado especialmente por el biólogo Parera), se escucharon inesperados aplausos de la tribuna de productores.

La escribana certificó las firmas de más de 3.200 personas que se manifestaron en contra de la represa en distintas partes del país y el mundo.

Plataforma legal vacía

Quedaba para el final un “plato fuerte” de las empresas: su apoderado legal. Sin embargo su discurso fue sorprendente, dado su calificación, ya que en lugar de dedicarse a rebatir los argumentos legales esgrimidos principalmente en el discurso de Sabsay; se distrajo en una escalada increpante a los ecologistas, caracterizándolos con toda clase de epítetos, arrancando los consabidos aplausos de la tribuna.

Notable también fue la inmediata liberación de una extensa gacetilla de prensa, cuidadosamente labrada en base a los contenidos de una gran cantidad de discursos, a favor de la represa, donde ni la Impugnación presentada por la Fundación Iberá ni ninguno de los discursos en contra de la represa fueron expresados. En 5 páginas de sobreabundantes expresiones, apenas se dijo que los empresarios estaban satisfechos “considerando que las 7 u 8 personas que pusieron objeciones a lo largo de la noche no expusieron elementos técnicos vinculados al Proyecto en sí mismo, sino que hicieron cuestionamientos de tipo ideológico”. Para la gente que analiza un poco más del promedio, este no es más que un signo de debilidad en los argumentos.

Pues en adelante, los “siete u ocho”, productores, profesionales y ciudadanos comunes calificados de “ecologistas ideologizados”, alentados por otros 3.200 que firmaron en contra de que se haga esta represa (nómina que incluye perfiles de todo tipo y hasta un integrante de la Evaluación de Impacto Ambiental), y por los que por lógico pudor social, o temor a perder sus fuentes de ingresos, no se animan a mostrarse, pero aprueban desde el llano, están ahora tocando las puertas de la Justicia. –FIN.


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  12/12/2009 10:40 pmrespuesta #3 
Fuera de línea Carlos Figuerero
RE :Ayui , una verguenza mas ....
Nota en Pagina 12 de Mempo Giardinelli
http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-136800-2009-12-11.html
Nota en diari Critica
http://www.criticadigital.com/impresa/index.php?secc=nota&nid=35329
Mas info www.ennombredelayui.blogspot.com


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  13/12/2009 12:08 pmrespuesta #4 
Fuera de línea Diego Oscar
RE :Ayui , una verguenza mas ....
Aqui esta el Blog, en donde se juntan firmas en contra de este proyecto ! YO YA FIRME

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  13/12/2009 12:15 pmrespuesta #5 
Fuera de línea Diego Oscar
RE :Ayui , una verguenza mas ....
http://www.ennombredelayui.blogspot.com/#cyberaccion_ayui

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  14/12/2009 8:52 amrespuesta #6 
Fuera de línea Manuco Mercante
RE :Ayui , una verguenza mas ....
Bien amigos..
Yo ya firmé hace rato por suerte.. No dejen de participar..

Abrazo.-


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  14/12/2009 5:01 pmrespuesta #7 
Fuera de línea Natalia Deshayes
RE :Ayui , una verguenza mas ....
No dejamos de sorprendernos dìa a dìa con lo que estamos viviendo, no manejan desde arriba, no existen audiencias en la que la voz del pueblo tenga cabida, asì estamos, asì nos encontramos, alguno destruyendo y otros luchando por la biodiversidad, nuestra naturaleza, la que nos rodea. No creo se lleven a cabo las EIA.
Esto una burla...
Gracia por compartirlo. Saludos y luechemos juntos por lo nuestro.

Naty


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  14/12/2009 8:01 pmrespuesta #8 
Fuera de línea antonio perez abella
RE :Ayui , una verguenza mas ....
Y bueno, otra mas y van...
Lei por ahi que la ONU aprobaria financiar monocultivos con bonos de carbono, con la unica condicion de que se desarrollen en ecosistemas "degradados" obviamente no definen que es un ecosistema degradado ni ponen un limite de degradacion, tampoco dicen quien evaluara esto...
Saludos.


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  14/12/2009 10:57 pmrespuesta #9 
Fuera de línea Bea Grasso
RE :Ayui , una verguenza mas ....
Pobre arroyo Ayuí

Escribo estas líneas con gran preocupación. Como naturalista vocacional y técnico en ecología, preocupado por y ocupado en temas de conservación de la naturaleza desde hace poco más de una década, poco tiempo pero suficiente para declararme consciente de lo que, repito, me hace escribir estos párrafos con profundo desasosiego.

El motivo: la reciente autorización por parte del gobernador saliente de la provincia de Corrientes, para la construcción de una enorme represa sobre el curso del Arroyo Ayuí Grande, afluente del emblemático río Miriñay, que discurre por el departamento de Mercedes, distribuyendo vida a todo su largo. De más está que detalle los valores naturales de este maravilloso curso de agua porque ya se explayan sobradamente los creadores y miembros del blog www.ennombredelayui.blogspot.com, todos ellos destacados expertos en la temática.

Apenas quiero enfatizar que se trata de un muy importante arroyo de aguas cristalinas con basamento de rocas, orillas profusamente adornadas de selvas de linaje paranaense, circundado de bellos pastizales naturales y poblado de una multitud de especies de la fauna local, varias de ellas amenazadas de extinción, es decir, que debemos proteger.

Recordando los nefastos casos conocidos por todos, esperemos que esta vez detengamos a tiempo una obra de ingeniería gigantesca que sepultaría para siempre este vergel de naturaleza autóctona con todas las pérdidas que ello implicaría.

Sepamos que este patrimonio natural de los correntinos, y por extensión, de todos los argentinos, no merece para nada este trágico final: transformarse en miles de hectáreas estériles destinadas a, nuevamente “nefastos” monocultivos, en beneficio de sólo unos pocos personajes.

Diego Sebastián Olivera
DNI: 27.966.287


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  15/12/2009 9:24 amrespuesta #10 
Fuera de línea Patricia Conti
RE :Ayui , una verguenza mas ....
Yo ya firme también hace un tiempito
Gracias por toda la info. Que bueno sería si la gente común, el correntino común, llegara a entender todo lo que está por perder... aunque, al menos en mi ciudad, la gente ni sabe de lo que hablamos... ni le importa tampoco...
Nos estará faltando un poco de educación ambiental ???

Saludos !


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  15/12/2009 10:36 amrespuesta #11 
Fuera de línea Manuco Mercante
RE :Ayui , una verguenza mas ....
Educación ambiental?.. Falta educación de todo tipo Pato lamentablemente..

Educación + educación + educación y van a ver como cambia el país.. Cuanto más ignorantes seamos, más le conviene a los de arriba, y lamentablemente lo están logrando, son muy hábiles. Triste, pero real.


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  15/12/2009 11:13 amrespuesta #12 
Fuera de línea Rosana Ursino
RE :Ayui , una verguenza mas ....
Qué bueno verlos en acción!. La destrucción de la educación se logró en muy poco tiempo, y recuperarla costará no me atrevo a decir cuántas generaciones. Los mas viejos, participamos por interés, por indignación y por amor a los que nos siguen. En mis hijos y en ustedes veo un inmenso ejército de tábanos que fastidiarán al poder hasta lograr los objetivos planteados. Por minúsculos que parezcan, son inmensos triunfos en paz. Son unos grosos chicos!!!!! Estos posts honran ésta comunidad. Saludos. Ro.

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  17/12/2009 4:20 pmrespuesta #13 
Fuera de línea antonio perez abella
RE :Ayui , una verguenza mas ....
Educacion publica... sin fondos truchos.
Saludos.


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