Tuve la suerte de encontrar en el camino de vuelta a casa, después de un día de campo, una hembra de aplomado merendando una cotorra, lo que no tuve la suerte fue de llegar antes, ya que había poca luz y por encima de eso una cadena de árboles le hacian sombra a esta belleza, pude hacer algunas tomas sobrepasando los isos permitidos de mí cámara, pero fue un momento muy emocionante
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