El escorial

Navegando por el bellísimo lago Huechulafquen hasta su conexión con el Epulafquen uno puede ver como el paisaje va cambiando a medida que aparece el famoso Escorial de lava petrificada.

Se trata de una “lengua” de lava emanada por el volcán Achén Niyeu, que armó su camino por un antiguo valle transversal de origen glaciar encausándose hacia el lago Epulafquen. Compuesta por hierro, cuarzo y sílice, hoy se la puede ver como una caprichosa y oscura formación rocosa que resulta muy atractiva para los amantes de las caminatas expedicionarias. Su suelo es un poco hostil para la vegetación, lo que genera un atractivo natural poco visto en el mundo. Las especies autóctonas han logrado crecer sobre El Escorial desarrollándose en forma de singulares bonsáis.

Es realmente una zona maravillosa en la que los colores y las formas se confunden y entremezclan regalando un paisaje realmente único. Sin dudas un sitio imperdible para el visitante que anda por el lugar.

Saludos!

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