Sacada hace unos meses con hidro en la Laguna de Pozuelos. Como siempre, un rato de pura magia: estar con el hidro solo, medio muerto de frío por dos o tres horas en la laguna, a más de 3000 msnm, con la cabeza cubierta por la tela camuflada y un mundo increíble ahí, al alcance de la mano (o del lente), y yo, ignorado por todos esos pájaros maravillosos. El sentimiento es único y espectacular!
También quiero agradece a todos los que comentaron mi fotito del anambé y me saludaron por volver a FN
Nikon D5100, Sigma 150-500, f8, 1/1250, ISO 320, DF 380mm.
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