No es de las más bonitas pero no puede faltar entre las flores nativas
Jaborosa runcinata, perteneciente a la familia de las solanáceas, es comúnmente llamada flor de sapo chica. Esta hierba autóctona está presente en la provincia de Buenos aires, Corrientes, Santa Fe y Entre Ríos. Considerada una maleza, suele crecer en los costados de las autopistas, cerca de fuentes de agua (al lado de acequias) o bordes de ríos y riachos, ya que requiere contante humedad.
Esta planta es una hierba con tallos rizomatozo y hojas algo carnosas dispuestas en rosetas, glabras, de color verde oscuro, con borde lobulado. Sus flores, solitarias, son completas, con una corola blanco-verdosas, y pedúnculo cuya longitud varía entre los 5 y 10 cm. En esta flor hermafrodita puede observase perfectamente la cabeza del gineceo (centro) de coloración verdosa y los estambres alrededor bien diferenciados.
El fruto es una baya verdosa, fétida, con numerosas semillas.
Advertencia: Es tóxica; la decocción o la maceración (usando agua o alcohol) provoca embriaguez con alucinaciones.
Nota interesante: parece ser que las hojas frescas machacadas se usan como cataplasma.
(http://www.soko.com.ar/Biologia/plantas/plantas_silvestres_lujan_j.htm)
Según el libro de Eduardo Haene, 100 flores argentinas, existen en el país 22 especies de Jaborosa además de la que aparece en la foto que suele encontrarse solamente en Corrientes, Santa Fe, Entre Rios y Buenos Aires , las más comunes son la flor de sapo grande o lengua de vaca (J. Integrifolia) y la Yerba de la postema (J. caulescens) que se encuentra en la cordillera andina desde Jujuy hasta Mendoza.
F: 5,6
Vel: 1/250
ISO: 200
Long focal: 55 mm
Revelado, correciones de niveles, curvas y foco, redimensionamiento y compresión en PS CS5
Tiene recorte para descentrar
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