Así llaman en Brasil al Anó Grande, este que les muestro era parte de un grupo que deambulaban por las ramas que se asomaba sobre el nivel de las aguas del río Negro, en el Parque Nacional Anavilhanas, Amazonas.
En la época de crecida (cheia) los terrenos bajos a la vera de los ríos oscuros quedan bajo el agua y forman lo que se conoce como igapó.
Para recorrerlos hace falta contratar una embarcación no demasiado grande, que parten de Novo Airao y tras cruzar el ancho río se adentra por los que eran senderos y ahora son canales que se abren paso en la floresta inundada.
Esta especie es el más grande de los anó, distintivo con su ojo penetrante casi blanco y los tonos brillantes de azul, verde y púrpura en las alas y la cola.
Siempre asociado con agua, especialmente tiende a ser encontrado en grupos familiares en la zona baja del borde del bosque, cerca de lagos y ríos de movimiento lento.
Ampliamente distribuido en tierras bajas desde Panamá hasta Argentina.
A mano alzada, recorte para aislar en vertical este sujeto y revelado en Lr.
La verdad que me pareció mucho trabajo clonar el individuo que aparece parcialmente por la derecha, así que lo dejé para enfatizar que estos se mueven en grupo.
Saludos!