Un rinconcito de la yunga, mientras esperaba que se posara despejado el arañero coronado grande.
Sobre el tronco de un gran árbol, una maraña de raíces le sirven de soporte a los helechos y los espacios libre los va colonizando el musgo y seguramente alguna otra especie de planta que desconozco.
Y por supuesto, debe ser el hogar de muchos insectos.
Lo que me llamó la atención es como brillaban esas hojas a contraluz, aportando colorido al ambiente, como si fueran guirnaldas adornando el árbol.
A mano alzada, cuadro completo y revelado en Lr.
Saludos!