En Punta Rasa, los chorlitos de doble collar corrían por la playa; conseguir uno quieto era extenuante...qué cansancio placentero. En cuclillas sobre la arena húmeda, para bajar el punto de vista.
Linda toma Eduardo. Hace un minuto comenté una foto de Lee remarcando justamente que estos chiquitos siempre se mueven para dejarme fuera del alcance de mis 300 mm. Son precavidos y está muy bien que lo sean.
slds
Luis