Ausente por unos cuantos días, el jueves pasado me fui a pasear a Mar del Plata, ciudad que no conocía aunque parezca mentira.
Por supuesto el destino se complementaba bien con unas buenas salidas a pajarear.
Y el plato fuerte era mi primer salida pelágica, concretada ayer domingo y guiados por Christian Savigny, autor del libro Aves del Atlántico Sudoccidental.
La salida estuvo hasta el viernes en duda, por momentos se suspendía porque el capitán estimaba que las condiciones de navegación no eran las adecuadas, teniendo en cuenta que íbamos a alejarnos unas 40 millas náuticas (aprox. 70 kilómetros) del litoral atlántico.
Y al final partimos, ya con el aviso de esperar un mar muy picado; como dije era el plato fuerte y de tan fuerte...me cayó pesado! no aguanté el bamboleo de un mar muy agitado, la medicación que había tomado no hizo efecto y el viaje de ida se me hizo eterno.
Pero ya llegados a destino, aparecieron las aves, benditas aves que me hicieron sacar ganas de donde no tenía y hacer fotos de especies que solo se ven en alta mar.
Una de las que se acercaron atraídas por la carnada fue la Pardela Cabeza Negra.
Se trata de un ave marina de tamaño mediano; algo grande para el común de las pardelas pero más pequeño que la mayoría de las gaviotas.
Vuela con las alas largas y estrechas completamente rectas. Posee una gorra oscura bien definida, el parche café en el vientre, las marcas oscuras en la parte inferior de las alas y patas rosadas.
Nos decía nuestro guía que a peores condiciones del tiempo, mejores probabilidad de avistaje, y por lo visto se cumplió.
A nivel fotográfico se e hacía tremendamente complicado mantener las aves siquiera en el cuadro, tanto por la oscilación del barco como por el vuelo que hacían.
En este caso la única opción fue abrir el zoom lo máximo posible y dejar que el autofoco de la cámara hiciera su trabajo.
Al final del viaje y ya esperando el vuelo de regreso, charlábamos con Pablo Eguía, compañero de viaje, que un 70-200 es un lente ideal para estas salidas ya que son especies en su mayoría de gran tamaño y se acercan mucho al bote.
Con todos esos pormenores, quedé muy contento con los resultados y la experiencia lograda, ya que todo suma.
A mano alzada, recorte para componer en vertical y revelado en Lr.
Muchas gracias por visitar y comentar mis fotos!