Qué sensación de potencia tiene esa mole de la izquierda, blanca impoluta, subiendo temeraria hacia el cielo como si desafiara a la gravedad y el equilibrio. Y en el pequeñito del medio los pingí¼inos, integrados con tanta naturalidad al coloso, como si sus fuerzas fueran equivalentes.
el agua, el cielo... todo para admirar!!
Gracias por compartirla, y te felicito, una hermosa toma!
el vasco
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