Hola Gente linda…
Quiero seguir compartiendo lo que me regala el cóndor, sólo eso.
Quiero sepan que casi estoy incomunicado respecto a internet, donde vivo solo el río pasa…
Cada vez que llego a Bariloche me conecto, y la compu se llena de solapas con fotos para después ver tranquilo en la casa tomando mate junto con Sil.
Me gusta participar acá, pero todavía no tengo nada para enseñar, sigo estudiando.
Solo me resta decir, buena luz compañeros, y que hermosas imágenes que hay colgadas…
Salud…
Relato:
Serian las 4 de la tarde del sábado pasado.
Estábamos a punto de tomar unos mates y Sil mira y me dice...
- Un cóndor - señalando hacia el frente de la ventana que da al río.
Por el suelo iban distraídos autos y camiones, yendo y viniendo, como si fuese solo para pasar el tiempo.
Lo miramos un rato desde adentro de la casa. Afuera, se nos cristalizarían las lágrimas, las d e emoción, esas que tenemos siempre que pasa algún mensajero de la tierra.
Sil está dotada de una capacidad única, ve cóndores, siempre.
La visión de mi compañera está atenta al cielo, apenas ve que algún puntito insignificante, hasta para crear sombra, tiene movimiento, se agudiza su sentido, estira las ganas. Así da la voz de "aura" primero. Es su concurso.
La potencia de mis cámaras suplen el destino final de mis ojos cansados de tanta muerte lejos. Desconocidos que caen todavía muy pesados en mis sueños.
Para nuestra sorpresa, hicimos bien en salir al frío.
No nos daban los ojos, las manos, el silencio se cubrió de cóndor.
- El universo físico se detuvo - contó alguna vez Borges en sus cuentos, ese día fuimos cómplices de sus relatos.
- Traeme el angular - alcance a suplicar a Sil, mientras trataba de dirigir el foco cerrado de mi teleobjetivo, pesado, indispuesto. Era como tratar de expresar la verdad tartamudeando.
Solo pedazos del milagro se veía. Pensar que es necesario una lente angular para tomar la fotografía del ave que mas alto vuela suena como un suicidio profesional.
Quien aprecie en obtener buenos resultados de fotografiar un cóndor volando con una lente gran angular, mejor que se dirija a la zona de turistas amarillos de dos dimensiones, esos, los que viven en Springfield.
Yo mismo dude de lo que hacia instantes había pedido.
Llegó el angular.
Llegó Sil, me trajo todo el bolso. Mi amada Silvia, siempre. Me conoce.
Agarre la cámara que estaba guardada con el zoom 24-70 puesto, esperando.
Solo levanté la cámara y disparé de la forma en que lo hago, sin pensar, libre de prejuicios, los mismos que hasta momentos previos estaban haciendo estragos en mi ruidosa mente.
De los 53 contados por los ojos de mi Machi solo llegaron 26 a la tecnología.
La imagen está. Nueva. Implacable.
El cóndor me enseña mucho. A cada rato.
Sil siempre está cerca, con la paciencia de las montañas.
Yo, asombrado. Agradecido en haber hecho caso a aquella orden que me diera mi gran maestro. - "Conoce todas las reglas para después romperlas a gusto".
- Hoy mi abuelo Luis, mi querido abuelo Luis me miró con los ojos de cóndor dispuesto a ser fotografiado desde el lugar que ocupa en el cielo - pensé.
Cóndor andino - Vultur gryphus
Hernan Canuti (autor) asignó su foto a la especie Cóndor andino - Vultur gryphus
|
coincide con esta id: Cóndor andino - Vultur gryphus
eliminar
|
|
|
propone la especie:
Justificación:
|
coincide con esta id: Cóndor andino - Vultur gryphus
eliminar
|
|
|
|