Una hembra de Carpintero cara canela durante su forrajeo, con virutas de madera volando. Estaba sobre un pequeño árbol muerto dentro de un tacuapizal, un sustrato típico para la especies para forrajear, pero difícil de fotear por lo cerrado del ambiente. En este caso oí sus picotazos suaves a unos 15 m de un sendero, me metí de poco a poco en el tacuapizal hasta que la vi, y ahí con mucho cuidado removí unas hojas del bambú que tenía enfrente de mi lente, hasta que por fin la pude fotear durante unos minutos.