El Tataupá rojizo de la Selva Misionera cuando siente peligro como la presencia de un humano levanta la cola para atapar la vista con su vientre bien camuflado, se congela y en el último momento, cuando uno casi lo pisa, sale volando recto hacia arriba con un escándalo de ruido de las alas, cada vez causando un casi-infarto. Pero para cambiar, esto individuo sÍ lo vi antes de la huida, y le saqué una foto en su posición pre-lanzamiento.