La vimos pasar una vez y corrió por entre los árboles sin darnos oportunidad ni siquiera de enfocar, por último y cuando ya veníamos de regreso en el vehículo y con la máquina guardada la veo cruzar el camino nuevamente. Por suerte mi compañera de asiento me dice tengo la máquina armada en la mochila, así que me la paso y tire un par de fotos desde la ventanilla. Es solo un registro ya que la máquina estaba sobrexpuesta uno o dos pasos y hubo que arreglarla como se pudo. En fin tanto escuchar sobre las chuñas, las charatas y su dificultad para fotografiarlas me vine contento igual con el registro.