La estaba reservando para un número redondo, y como las 500 están lejos, vamos con la 450.
Además es una especie que hacía mucho tiempo anhelaba conocer y finalmente se dio, gracias a la generosidad de Pablo Ré, que me la prestó un ratito para hacerle unas fotos mientras estaba de viaje por el norte de la provincia.
En un camino rural cerca de Arocena, Santa Fe, plagado de aves esa mañana y con el compañero de viaje Fabio González.
Es una belleza en envase chico la Tijerilla, muy colaboradora para las fotos, si dejamos de lado que es algo inquieta.
Pero con paciencia llega a posar donde queremos, así da gusto llegar a un lifer.
Cada primavera migran de la región central de Sudamérica, así las tenemos nuevamente por el Litoral y Centro de Argentina.
Me encanta ese blanco puro, nuevo e inmaculado que denota la buena salud del plumaje.
A mano alzada, poco recorte para componer y descentrar, revelado en Lr.
Muchas gracias por sus visitas y aprovechen este 2021!