Estos gatos melánicos siempre me fueron esquivos, los vi varias veces, pero en fuga, pasando rápido...
Recorriendo una isla del Paraná por la noche, brillaron unos ojitos y al alumbrar me encuentro con este deseado ejemplar que quedo inmóvil a pesar de mi presencia, incluso dejo de comer pero manteniendo la presa en su boca.