Es difícil que me resista a seguir sacándoles fotos a las pequeñas arañas saltarinas. Suelen moverse cuando uno se acerca y calculo que son muy sensibles a los rayos que emiten las cámaras para enfocar. En otras épocas les sacaba de lejos cuando estaban alto en una pared y el solo hecho de apuntarles desde lejos las hacía alejarse al apretar el disparador a medias. Me cuesta enfocar bien la cabeza completa, pero suelo lograrlo. Miden alrededor de 10 a 15 mm con las patas incluidas. Como estaba en una pared rosa de mi terraza, bajé el nivel de ese color en la edición del archivo RAW.
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