Sigo con fotos de archivo, porque era hora de ponerlo en algún orden
Del viaje al hermoso Cañón del Atuel
Atriplex lampa.
La zampa es una planta nativa que crece en nuestras bardas. Un peculiar tono gris y el follaje densamente globoso son señas características que permiten reconocerla a la distancia. Este arbusto ramoso que mantiene sus hojas durante todo el año, llega a alcanzar entre 0,50 y 1,5 m de altura en estado adulto.
Es común encontrar a la zampa junto a los arbustos más característicos de la región del Monte, como son las Jarillas, Monte Negro y Alpataco. Estas agrupaciones ofrecen al caminante atento la posibilidad de deleitarse con diversas combinaciones de colores, brillos, texturas y formas, donde el grisáceo de las zampas siempre aporta un sobrio atractivo.
Como todas las especies del desierto, presenta asombrosas adaptaciones evolutivas para vivir bien con frugalidad. El ambiente donde crecen les ofrece escasa agua, vientos casi constantes y altas diferencias térmicas. Sin embargo, estas condiciones que catalogaríamos inhóspitas, impulsan a la zampa a desarrollar y sostener, tenazmente, su tendencia a la vida.
Si observamos con atención las formas de sus hojas, ellas nos revelarán cuál es el sentido de ese aspecto que nos parecería en principio caprichoso. Sus hojas son pequeñas para reducir el área de evapo-transpiración; gorditas, para acumular más agua; se pliegan desde la nervadura central y arquean hacia atrás para generar sombras que ayuden a conservar la temperatura en verano. Recursos que revelan inteligencia para administrar creativamente la cantidad de agua que toman sus raíces.
Hablando de raíces, aunque ocultas bajo la tierra revelan otra asombrosa estrategia de la zampa. Como el agua no abunda, desarrolló un extenso sistema radicular que explora el suelo mucho más allá que su proporción aérea, buscando tomar la cantidad necesaria para satisfacer sus necesidades hídricas.
Y si por si todo eso fuera poco, toma sal de los suelos donde habita para luego secretarla por sus hojas, que así cubiertas de cristales reflejarán de modo más eficiente la luz que les llega del sol. Esa es la razón de las diminutas escamas de sal que cubren sus órganos. También podríamos especular que lo hace para invitar al ganado a saborear el gusto tan especial de sus nutritivas hojas.
Florece cuando la primavera está bien avanzada. En ese momento nos encontraremos con otro rasgo particular de la zampa: las flores femeninas y masculinas se encuentran en distintos ejemplares. Por lo tanto en ese momento se aprecia la sutil diferencia entre los ejemplares femeninos y los masculinos. Las flores son diminutas, para aprovechar al máximo su observación, amerita observarlas bajo una buena lupa de botánico. Las flores masculinas, densamente agrupadas, son esféricas y presentan una coloración que va desde el amarillo al rojizo. Las femeninas están cubiertas por hojas membranosas, que se denominan brácteas, de color verde grisáceo a rosado.
El fruto que también está acompañado de brácteas en forma de abanico, no supera los 3 mm.
Datos obtenidos de: http://www.querespondaelviento.com.ar/secciones/husmear/notas/atriplex-lampa
Interesante revista digital de Cipoletti Río Negro
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