El verano pasado con mi hijo Diego nos dimos una vuelta por Iberá en pleno enero, ya que fue el unico mes en que podíamos por cuestiones de sus estudios. Un calor increible, algunas fotos y muy buenos recuerdos de esos días compartidos con tan entrañable companía.
Esta es de un Ipacaá alimentando un pichón. Bastante tímidos los pichones generalmente estaban siempre escondidos y esta es una de las pocas fotos que logre sacarle despejados en ocasion que comían un caracol.
Bellísima Daniel y encima para vos con recuerdos que te hacen feliz, yo siempre me acuerdo de tus cuentos en el encuentro de Tanti, y las guitarreadas, la verdad que la camaradería fue fantástica, saludos
Habría que ver qué es peor, si ir en junio, con todos los días nublados y lluviosos, o ir en Enero con el fresquito y los mosquitos...jajaja Me parece que fuimos en los peores meses del año!!! Pero la foto es un espectáculo Daniel, felicitaciones!!!